Este blog es un cuaderno en el que se reunirán todos los preparativos y anécdotas, así como curiosidades del Camino de Santiago que organiza un grupo de personas unidas por su fé católica y sin más aspiraciones que compartir esta experiencia y dar testimonio de la alegría que esto conlleva.

lunes, 8 de agosto de 2011

DE SAN CRISTOVO DE CEA A CASTRO DOZÓN

Se inicia una nueva etapa de 21,4 km aproximadamente...aunque debido a una serie de circunstancias que veréis reflejadas en la crónica de la super-peregrina escriba, algunos se empeñaron en hacer el recorrido en su modalidad de más de 30km. Debía parecerles poco las jornadas establecidas, las cuestas, el calor, la fatiga, el hambre... En fín, pasemos a la transcripción:
" El marqués de Giménez comienza su viaje y le sustituye el Pater en el coche-escoba. Después de desayunar comenzamos el camino y tenemos que llamar a los chicos ( Iñigo y Gonzalo de 12 años y Kenny de 15) que se han adelantado y ya iban derechitos a Piñor (población desviada del camino, ya empieza el lío). Sin embargo esto no iba a servir de nada, pues en cuanto les dejamos solos vuelven a extraviarse y hacen el doble del camino. Por otro lado, nos encontramos a Christopher (que había salido una hora antes) y seguimos por el camino correcto donde encontramos animalitos y sitios preciosos. Un tramo del camino estaba encharcado y Javi prueba a meter un pie dentro... ¡Cachis, no da más detalles la escriba y no sabemos qué pasó!
Acabamos llegando los primeros a Castro Dozón a las 3 de la tarde, después de habernos perdido un poco...y comemos gracias a la comida que ha pedido D. José Mª, el Pater.
El albergue es pequeño y en la habitación hay 14 camas. Compartimos la habitación con los granadinos que ya conocimos en Cea.
Hoy pediremos en la misa por la madre de Belén a la que operan esta misma tarde.
Tras cenar nos vamos todos a la cama (reventados), salvo los mayores que se van a jugar con los granadinos al futbolín..."
De la partida de futbolín pasó como con los chavales de Cea: lo importante era participar, porque lo que se dice ganar, no se ganó.
En esta etapa, coinciden con otros alemanes en el albergue con los que Christopher pudo hablar por fín, en su idioma. Los alemanes saldrían al amanecer (como los peregrinos normales) y no los encontrarían de nuevo hasta Silleda.


Día de perdiciones y encuentros, de los cuatro grupos de peregrinos que se fueron creando, no se salvó ni uno de perderse. La que lo pasó peor fué la menor de las chicas que se perdió sola, y sin batería en el móvil y en medio del campo. Pero Miguel acudió en su búsqueda y el agobio duró solo unos minutos. Yo creo que se perdieron tanto porque les faltaba el pastor...y el Santo Patrón estaba ya saturadito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario